NOTICIAS CUSCO 01/04/2025: INJUSTICIA Y DESESPERACIÓN, CIUDADANO HOLANDÉS DE 62 AÑOS EN PRISIÓN PREVENTIVA A PESAR DE PRUEBAS DE SU INOCENCIA…

Solo, incomprendido y desesperado. Así vive cada día en prisión Geradus Ludovicus Johanes Bookelman, un ciudadano holandés de 62 años, quien desde el 28 de mayo de 2024 enfrenta una prisión preventiva por el delito de feminicidio, a pesar de que existen pruebas claras que demuestran que no tuvo intención de hacer daño. Él jamás quiso agredir a la agraviada; por el contrario, días antes de los hechos, en medio de una profunda tristeza por la muerte de su padre, intentó quitarse la vida lo que llevo a una controversia con la agraviada.

Uno de los elementos clave es la declaración de la presunta agraviada, G.E.P., en la Cámara Gesell, donde afirma que el señor Bookelman nunca intentó agredirla. Según su testimonio, hubo un empujón accidental que provocó su caída, lo que contradice la idea de una agresión con intención letal.

Además, la ficha de valoración de riesgo en mujeres víctimas de violencia de pareja concluye que el caso se clasifica como «riesgo leve», mientras que el certificado médico de la agraviada indica que solo requirió atención facultativa por un día y se le otorgó tres días de incapacidad médica, lo que pone en duda la gravedad del hecho.

Pero más allá de la injusticia de su detención, la historia de Geradus es también la de un ser humano vulnerable, un adulto mayor que no habla español y que enfrenta el encierro en completa soledad. Sin poder comunicarse con otros internos ni expresar sus necesidades, ha caído en una profunda angustia que lo llevó incluso a intentar quitarse la vida.

Este caso debe llamar a la reflexión sobre la aplicación de la prisión preventiva y la necesidad de un proceso justo. Un adulto mayor, extranjero, que no habla español y que cuenta con pruebas de su inocencia no debería ser privado de su libertad bajo circunstancias que lo ponen en una situación extrema.

Las autoridades tienen en sus manos la posibilidad de evitar que esta historia termine en tragedia. La prisión preventiva no puede convertirse en una condena anticipada, menos aún cuando hay pruebas que demuestran que no hubo intención de hacer daño.

Exigimos que las autoridades reconsideren su situación y garanticen que la justicia no se convierta en un castigo anticipado para una persona que aún no ha sido condenada.

Es momento de actuar con humanidad. Geradus Bookelman merece justicia, pero, sobre todo, merece ser tratado con dignidad.

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